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miércoles, 2 de noviembre de 2011

Rebeliones y "doctrina shock". Lucha social y represión bajo el "Gran Hermano" mediático

En estos días vemos la brutal manera en que son reprimidos los manifestantes en diversas partes del mundo donde se aplican políticas de "ajuste": un eufemismo que se traduce en desmejoras en las condiciones de vida de la gente. Desde Grecia a España y de Estados Unidos a Chile, la policía reparte golpes, bombazos y trata con la mayor violencia a manifestantes en su mayor parte pacíficos y desarmados, además de realizar masivas detenciones. Sin embargo, los medios no hacen mucho escándalo de la evidente violación de los derechos de las personas por parte de los Estados, y en la mayoría de los casos incluso la justifican.
En contraste, en Venezuela durante meses se tomó una plaza por militares activos involucrados en un golpe de Estado y no hubo la brutal represión que vemos en Europa o EE.UU. Y los medios y la institucionalidad internacional dominada por Washington insisten en que es en Venezuela o Cuba o Ecuador, etc. donde hay "peligros para la libertad de expresión" o se lesionan los derechos humanos, y no en los países donde se usa la fuerza para mantener la hegemonía del capital y la sacralidad del libre mercado.

Si la represión se usa para dominar una población que se rebela contra medidas impuestas por su gobierno que desmejora su nivel de vida para favorecer a la banca o las corporaciones, se vuelve "invisible" en los medios de comunicación, pero si se reprime a quienes pretenden restituir un régimen de privilegios, entonces es motivo de escándalo.
Mientras fosas comunes se llenen de cadáveres para apuntalar neoliberalismo, como pasó en Venezuela o Guatemala y sucede ahora en Colombia y Libia pos Gadafi, la prensa mantendrá que esos gobiernos son "legítimos".
Mientras en Venezuela y otros países de América Latina se llama a consultas para cualquier modificación de la Constitución y cualquier Ley o mandato de elección popular es revocable en las urnas, en España, como en EE.UU., y Europa, se aplican modificaciones a las leyes que afectan seriamente el nivel de vida de las personas (el eufemismo es "recortes") sin preguntarle a nadie y golpeándolos y metiéndolos presos si se quejan o se atreven a protestar. Y los medios tachan de "dictadores" y "antidemocráticos" a los gobiernos donde la gente puede votar y decidir, mientras ensalzan a aquéllos donde son reprimidos. Hola, "1984: "La verdad es la mentira".


Si la noticia es mala, mata al mensajero, dice la frase. Lo primero que hace EE.UU. cuando comienza una masacre es eliminar la posibilidad de que el invadido diga su versión bombardeando televisoras, diarios, radios, e incluso sitios donde estén los corresponsales (¿recuerdan el "Hotel Palestina"?), y prohíbe que se difundan imágenes de cuerpos de sus propios soldados o inclusos sus féretros. De igual manera, a lo interno se asegura de que los medios ignoren o banalicen las protestas de sus ciudadanos, pero también tiene las herramientas para meterlos presos sin proceso judicial gracias a aberraciones como la "Pariot Act" y sistemas de monitoreo de la Internet en tiempo real, con lo cual intimidan y censuran. EE.UU. es el país que más viola la intimidad de sus ciudadanos y de los del mundo, pero es el más hábil en hacer creer que es China o cualquier otro el peligro.
Mientras solicitan a Google que retire los videos donde se evidencia la brutal represión de sus cuerpos de seguridad, los medios difunden que el peligro a la libertad está en Cuba o Venezuela, países que ni restringen el uso de la red ni tienen los recursos tecnológicos para ello que sí tiene USA, que puede bloquear parcial o totalmente la Red si se considera amenazada, como lo han difundido las propias fuentes del Pentágono. Tampoco los países del Caribe han solicitado el bloqueo de contenidos en Internet o solicitado a las empresas datos de sus usuarios, como en cambio sí lleva el récord EE.UU. y otros países "libres" como Alemania o Gran Bretaña.

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