En una de sus usuales manipulaciones del diario colombiano “El Tiempo”, éste titula el 31 de enero de 2011: “Chávez pidió no calificar a las Farc de terroristas, según WikiLeaks” 1 Este artículo trata el tema como una”filtración” de Wikileaks, obviando desde luego que los revelado por Wikileaks no son otra cosa que los cables internos de la Departamento de Estado Estadounidense, por lo que es incierto citar a Wikileaks como fuente, sino al propio US Department, y peor aún, que esa ha sido la posición de Hugo Chávez en torno al tema de las FARC en Colombia de manera pública, nada secreto ni escondido, como podemos ver en videos de You Tube ante nada más y nada menos que la Asamblea Nacional venezolana 2 o en su programa Aló Presidente.
Esta posición, como también aclaró en innumerables y también tergiversadas ocasiones, tenía como propósito poner en funcionamiento en Colombia los protocolos de Ginebra para humanizar el conflicto, y, eventualmente, poder concluirlo 3 Naturalmente, estas iniciativas fueron desmanteladas desde la campaña mediática mundial, satanizadas y hundidas, para desgracia del pueblo colombiano y de latinoamérica en general, y para beneplácito de todo el establishment generado a partir de la guerra que asola a ese país desde hace más de medio siglo. Convocaron marchas para satanizar a Chávez y sabotear el proceso de paz y lograron extender el conflicto por quién sabe cuántos años y muertos más. Estos muertos pesan sobre los dueños de medios y sus editores, entre otros muchos cómplices necesarios de la masacre colombiana.
La renovación de la campaña contra Chávez es, a su vez, un intento evidente de convocar nuevamente a las masas apendejeadas por el pienso barato que se les suminstra desde el Grupo Prisa con “El País” de Madrid a la cabeza y sus diversas franquicias “sudacas”, además de cadenas como CNN y sus numerosos imitadores de peor cuño, como la local venezolana Globovisión y decenas de radios que dedican todos los días horas de su programación a propagar una ideología neonazi donde amenazan todos los días preguntándose “dónde se van a esconder los chavistas cuando se destape todo el odio que han creado”, como dijo el día 01 de febrero de 2011 la conductora de un programa de radio en Valencia, Venezuela , llamada Charito Rojas, quien luego invitó al anciano periodista Oscar Yanes a su espacio, quien manifestó que, así como los toros miuras mansos, es que los venezolanos “nos hemos mezclado mal”, en una odiosa referencia a las raíces ideológicas del nazismo 4, al no comprender por qué los venezolanos “se calan” a Chávez sin hacer lo que hacen hoy en Egipto, por ejemplo, en un ejercicio de racismo, ignorancia y mal gusto mezclados de la peor manera.
Bombardeadas así, las masas bovinas citadas por el propio Oscar Yanes son arreadas nuevamente a su propio matadero, a tratar de hundir las relaciones entre los gobiernos de Colombia y Venezuela, o entre Venezuela y cualquiera, como si esta actitud implicara ventaja alguna para su posición política, y no un grave riesgo para su propia seguridad social, económica y personal, como si cualquier estado de conflicto fuera a afectar a un solo bando político en Venezuela, y no a todo el país. Es necesario aclarar que esas masas bovinas clase media son precisamente las que escuchan a los medios de comunicación privados de Venezuela, casados con una postura extrema de oposición política cercana a quienes apoyaron a la Contra nicaragüense, a los escuadrones de la muerte centroamericanos, a Posada Carriles, o los paramilitares colombianos. Están jugando con fuego. Y mientras dicen estas barbaridades por televisión y radio a nivel nacional, dicen que la libertad “está amenazada”. Evidentemente, toda la población está amenzada por esta miserable campaña de odio y terror impulsada por la derecha y sus corporaciones de medios aliadas dentro y fuera de Venezuela.
Bombardeadas así, las masas bovinas citadas por el propio Oscar Yanes son arreadas nuevamente a su propio matadero, a tratar de hundir las relaciones entre los gobiernos de Colombia y Venezuela, o entre Venezuela y cualquiera, como si esta actitud implicara ventaja alguna para su posición política, y no un grave riesgo para su propia seguridad social, económica y personal, como si cualquier estado de conflicto fuera a afectar a un solo bando político en Venezuela, y no a todo el país. Es necesario aclarar que esas masas bovinas clase media son precisamente las que escuchan a los medios de comunicación privados de Venezuela, casados con una postura extrema de oposición política cercana a quienes apoyaron a la Contra nicaragüense, a los escuadrones de la muerte centroamericanos, a Posada Carriles, o los paramilitares colombianos. Están jugando con fuego. Y mientras dicen estas barbaridades por televisión y radio a nivel nacional, dicen que la libertad “está amenazada”. Evidentemente, toda la población está amenzada por esta miserable campaña de odio y terror impulsada por la derecha y sus corporaciones de medios aliadas dentro y fuera de Venezuela.
Es claro cómo están manipulando los medios a estas masas a través de la mentira y el miedo. Esa manipulación es criminal, y se debe actuar para que esta campaña neonazi irresponsable de odio no quede impune. Podríamos comenzar por desnudarla, al menos.
1Ver en http://goo.gl/Km8gP
2Ver: http://goo.gl/gpvSf
3Ver en YouTube: http://goo.gl/5lYaE
4Escuchar fragmento en: http://twaud.io/qjqc
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