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domingo, 29 de junio de 2014

El flautista neoliberal se lleva a los niños de Honduras, mientras la oposición venezolana silva la tonada

Captura de pantalla del indignante reportaje. Haz clic aquí para leerlo.

Ya nadie en los grandes medios quiere recordar que hace cinco años hubo un golpe de Estado en Honduras que sacó a ese país  de la democracia y del camino de la reducción de la pobreza. También olvidaron la complicidad de EE.UU. en ese episodio, así como el apoyo de la inmoral oposición e Iglesia venezolanas al golpe sólo porque "Zelaya es chavista". Pueril grupo político (si se puede llamar así a gente unida por el odio y el miedo) para quienes hay efectos sin causas y su odio es razón suficiente para justificar esta o cualquier barbaridad. Seguramente no se sentirán responsables de la historia de horror de este niño que, de haber contado con un mínimo nivel de vida en su país como el que van alcanzando progresivamente todos los países del Alba al que perteneció Honduras hasta el derrocamiento de Zelaya, podría haber tenido una infancia.

Una vez en EE.UU., estos niños son maltratados o abusados y eventualmente deportados. El neoliberlismo ha recreado en tierra americana la triste leyenda de la "Cruzada de los Niños", que bajo engaño fueron a "liberar Tierra Santa" pero fueron vendidos como esclavos. Si hubiese un Hugo Chávez en EE.UU., ya se habría presentado en los hacinados centros de confinamiento y habría garantizado condiciones mínimas y cobijo para estas verdaderas víctimas inocentes del liberalismo económico y de la política colonialista estadounidense, como demostró siempre con los refugiados colombianos en nuestro país. Pero no, eso sería "populismo", ¿verdad? Hay que dejar que las cosas "sigan su curso", que actúe "la mano invisible del mercado". ¿O no?

Quien no se indigne con la migración infantil y no se ponga a pensar seriamente en las causas de las cosas, no puede llenarse la boca con palabras como "justicia", "derechos humanos" o "democracia". Si olvidan las causas que condenan a este y a millones de niños en el mundo, no pueden usar esas palabras como inmorales coartadas para defender sus privilegios, como pretende la oposición venezolana liderada por las familias más ricas del país .

Análogo a la fábula del famoso flautista de Hamelin,  la música del "sueño americano" se lleva a los niños hondureños a un viaje de pesadilla huyendo de la pobreza y el hambre a EE.UU., mientras Cuba bloqueada y denigrada por los medios hegemónicos de información es el único país de la región y probablemente del hemisferio entero en el que la UNICEF ha encontrado la infancia sin desnutrición , porque en los propios EE.UU. 50 millones pasan hambre. Todos los estudios de organismos internacionales como FAO, CEPAL, UNICEF, OPS, PNUD, etc., avalan con sus lógicos altibajos el avance social de América Latina en general pero en particular de los países del Alba en el nivel de vida de sus habitantes. Y sin embargo, muchos encuentran motivos para oponerse a esta Revolución de manera muchas veces irracional. Que cada uno de nosotros asuma delante de este niño hondureño del terrible reportaje y de los millones como él su responsabilidad personal y generacional ante la historia humana por nuestras acciones u omisiones ante este atroz crimen.

¿Formará parte del "sueño" de la llamada oposición venezolana sacar a la Revolución del poder para aumentar las legiones de niños miserables cruzando América entera para que los sobrevivientes sean esclavos en el Norte?

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