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martes, 16 de mayo de 2017

¿Quiénes son los que tienen "el rancho en la cabeza"?

Decoración de un urbanismo de clase media durante las guarimbas

En Venezuela, "rancho" es la vivienda precaria del pobre fabricada con los desechos de los más ricos, construida generalmente en zonas no urbanizadas, sin cloacas, ni calles ni servicios públicos. Durante el siglo 20, sobre todo en su segunda mitad con la masiva emigración del campo a las ciudades y la llegada de inmigrantes de toda América Latina en busca de las migajas que dejaba el boom petrolero, cada centro urbano se rodeó de su "cinturón de miseria", y los cerros que rodean a Caracas se llenaron de ranchos, creando poblaciones con problemas crónicos propios de la exclusión y la miseria: delincuencia, insalubridad, falta de acceso a la educación, etc. Para lavarse las manos de esta situación, la parte más favorecida de la sociedad se escudó en su mantra histórico de que o los pobres lo son porque lo quieren, como si fuese una gozada inimaginable vivir sin otra agua corriente que la cloaca que corre frente a tu casa, o porque están destinados a ello, como si la pobreza fuese una condición genética y no social. Así, según esta "lógica", no había nada qué hacer con los pobres: por mucho que les dieras educación, urbanismo y trabajo (que tampoco lo hicieron nunca) era cosa perdida porque "ellos tienen el rancho en la cabeza", que es una manera de decir que jamás saldrían de esta situación porque "estaban acostumbrados a ella". No debería hacer falta ahondar mucho para darse cuenta de que este "razonamiento" es algo de una malevolencia extrema y que colinda con lo neonazi, justificando la exclusión y condenando a millones de seres humanos definitivamente a ella "porque no hay nada qué hacer". Así, según esta "filosofía", al pobre le gusta su vivienda precaria, sus trabajos de mierda, sus calles llenas de mierda, su entorno violento y sus carencias "porque tienen el rancho en la cabeza". Hoy vemos a la "juiciosa clase media" venezolana destruyendo sus otrora hermosas urbanizaciones, llenando sus calles con su propia mierda (¡literal e increíblemente! - Opositora dejó tremenda plasta en pleno Trancazo en El Cafetal - http://www.lechuguinos.com/opositora-defeco-trancazo-cafetal/), haciendo que sus hijos en lugar de asistir a clases se gradúen de vándalos y asesinos en las calles, saboteando sus propios servicios públicos hasta el punto de quedarse sin luz porque queman las instalaciones o sin gas porque impiden el paso de los transportes, justificando el sicariato y el gangsterismo que practican sus líderes, instan al linchamiento del vecino hasta tirándole macetas en la cabeza, claman públicamente protegiendo a especuladores, acaparadores y traficantes de todo tipo de bienes, viven haciendo todo tipo de trácalas ilegales para robar divisas al país, y para colmo de colmos, están pidiendo ayuda al malandro global, al gángster planetario del norte para que convierta a todo su país en un gueto sin ley, en un inmenso barrio, en un mar de ranchos, miseria, caos y crimen como hicieron en Irak, en Libia y casi logran en Siria. Incluso muchos venezolanos que vivían y muy bien en el país prefirieron dejar su bienestar para irse al extranjero a lavar pocetas, cuidar viejitas ajenas abandonando a las propias y vivir en la precariedad, haciendo trabajos que jamás harían en su país, convirtiéndose en verdaderos "embajadores del rancho". Entonces, ¿quiénes son los del rancho en la cabeza?

Algunas de las más de 1.612.000 viviendas entregadas por la Revolución al pueblo venezolano

Mientras, esa población a la que siempre despreciaron y condenaron, a la que llamaron "marginales" y condenaron porque tenían "el rancho en la cabeza", se organiza en colectivos (palabra que les da terror a los verdaderos "rachopensantes") para resolver los problemas de sus comunidades, viven en nuevos y dignos urbanismos construidos con el Estado Revolucionario gracias a la Gran Misión Vivienda Venezuela (que ha entregado más de 1.600.000 y sigue contando), o en viviendas refaccionadas por la Misión Barrio Nuevo barrio Tricolor, estudia en alguna de las decenas de nuevas universidades creadas por la Revolución, tiene acceso a la salud en Barrio Adentro, al transporte, etc., mientras lucha para mediante la organización social hacer frente a la crisis apoyada y provocada por aquellos que en verdad tienen el rancho en la cabeza.

Edificio de Corpoelec (la Estatal de energía eléctrica venezolana) completamente quemado por la "oposición pacífica, democrática y pensante" en la urbanización de "clase media alta" Prebo en Valencia el 15/05/17

Hoy miro a la calle de lo que fue una urbanización limpia, donde los niños jugaban en cuidados jardines y extensas áreas verdes, ahora llenas de basura, restos de cauchos aún humeantes, aceite de motor en el pavimento de las calles, y hasta un edificio completo quemado que sirvió de cebo para que cuando llegaran los policías y los bomberos les dispararan los francotiradores. Hoy mi hijo tampoco fue a la escuela (ya lleva así un mes), gracias a mis vecinos ranchopensantes, que han convertido el vecindario en una zona de guerra, de exclusión de toda autoridad legal para dejarla en manos de vándalos y patoteros. Entre la civilización y la barbarie, escogieron ésta. Nuevamente, ¿quiénes tienen "el rancho en la cabeza"?

Destrucción en el corazón de la otrora privilegiada zona del norte de Valencia, Estado Carabobo, por parte de sus propios residentes.

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