Los venezolanos que emigran, en su casi total mayoría, no son pobres miserables,
como sí son quienes nos llegan por miles cada año desde Colombia huyendo de
la violencia y el hambre que ese Estado neoliberal ha provocado. Quienes emigran
desde Venezuela lo hacen desde otro nivel económico, social y
educacional, empujados por necesidades y deseos distintos a los que
empujan a migrantes del resto del mundo a dejar sus hogares y su patria,
muy a menudo arriesgando la vida en el intento a pie, en pateras o vehículos
manejados por despiadados traficantes de personas. Los emigrantes
venezolanos generalmente salen con sus maleticas de marca, su ropita impecable, perfumados y con las
ventajas de los estudios que pudieron tener en su país, luego de consultar páginas web y de chateos interminables con los panas, y lo hacen
usualmente por avión, cómodamente, no arriesgando la vida con los
traficantes de personas, "coyotes" que operan desde centroamérica
hasta el Río Bravo enriqueciéndose con la miseria que un siglo de
colonialismo ha dejado en la región, traficando nuevos esclavos para el
norte "desarrollado". Nuestros emigrantes, a diferencia de la inmensa mayoría de los
emigrantes del mundo, usualmente no van a vivir en las calles, a
trabajar como campesinos u obreros sin papeles, de "servicio" o a
prostituirse en un burdel, sino a quedarse con un tío, hermano, pariente
o amigo con el que puede tomarse unos tragos los fines de semana.
No son apenas niños que tienen que pasar por inenarrables peligros y desventuras atroces y muchas veces mortales para afrontar inhumanas prisiones una vez en su destino, como sí les toca a muchoas hermanos americanos (En fotos, un centro de detención para niños migrantes en EEUU | Cubadebate http://www.cubadebate.cu/noticias/2014/06/22/en-fotos-un-centro-de-detencion-para-ninos-migrantes-en-eeuu/#.VUAkz-QyZQo ). Nuestros emigrantes quieren encontrar fuera lo que los medios durante décadas mintieron que era nuestro país "antes del desastre chavista" y nunca fue, lo que ahora dicen que debiera ser y que según podrán
encontrar en España o EE. UU. si se esfuerzan lo suficiente. pero allá tampoco ese sueño existió nunca, porque era un comercial, una propaganda, un eslogan. Otra vez "el norte es una quimera". Al
llegar a la "tierra prometida", se dan cuenta de que lo que los medios ocultan el más del 26% de desempleo de España, la pobreza y desigualdad crecientes ( Los españoles pobres y en riesgo de exclusión social alcanzan su máximo: 12.866.431 personas - 20minutos.es http://www.20minutos.es/noticia/2372405/0/arope/pobreza-exclusion-social/eapn/ ), sus rígidas
políticas inmigratorias, o con el hambre y las luchas por un salario
mínimo en EE. UU. (▶ EE.UU.: exigen aumento del salario mínimo - YouTube
https://www.youtube.com/watch?v=jHTLWAk31lw ), donde 48 millones de
personas dependen de cupones de asistencia para poder alimentarse , y donde la desigualdad es cada vez mayor (EE.UU., EL PAÍS RICO MÁS
POBRE Y DESIGUAL DEL MUNDO - Ambito.com
http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=730610 ). Al encontrarse con
la dura realidad muchos incluso habiendo superado ya el escollo de la
legalidad migratoria, deben regresar a Venezuela por no poder conseguir
trabajo o no aguantar las duras condiciones que enfrenta un emigrante (Se fueron demasiado de tierra hostil a Venezuela llegaron de España 2016 españoles en 2014 - Cloudup https://cloudup.com/c0hihE9x2hg ), y
vuelven algunas veces "con una mano alante y otra atrás", con el
malestar de no haber cumplido su sueño "wannabe", pero con la
tranquilidad de contar a su vuelta con una sociedad mayormente solidaria y con un
Estado más social que el que dejaron, donde a pesar de crisis no hay "recortes", donde se hace lo imposible para
garantizar pensiones, educación, salud, que los alimentos y servicios lleguen a todos, y donde por primera vez en el mundo se espera hacer efectivo el "derecho universal" a la vivienda digna,
que fue letra muerta en la "Cuarta" y continúa hoy pisoteado en EE. UU. con sus
masivas "evictions" y en España con los "desahucios". "¡Qué atrocidad! Y dicen que allá se vive como un pachá"...
Es verdad que en Venezuela afrontamos muchos y graves problemas, como la mayoría de los países; es verdad que muchos no se sienten a gusto con el modelo elegido por la mayoría, y que tienen todo el derecho a quedarse y oponérsele democráticamente o a emigrar y buscar en otro lado su sueño si les da la gana. Pero también merecemos su respeto quienes nos quedamos, quienes mayoritaria, democrática y legítimamente optamos por este modelo socialista, chavista, y lo respaldamos, y tenemos todo el derecho de hacerlo en paz. Algunos de quienes emigran se compran el melodrama que ellos mismos se venden de que se fueron porque no tenían alternativa, como si Venezuela fuese un país en guerra, que por cierto no lo es gracias justamente a que la ultraderecha que ellos apoyan no ha logrado su propósito, como en Ucrania donde gobiernan los neonazis luego de desarrollar un plan que "se parece igualito" a "la salida" de Leopoldo López, o como Colombia o México que exportan pobres por millones. No es el caso de Venezuela, que exporta pocos pero muy melodramáticos "clase media" que incapaces de asumir que se fueron porque quisieron y pudieron pretenden echarnos a quienes nos quedamos no sólo la "culpa" de que ellos se vayan a buscar su "sueño", sino de que nosotros intentemos construir un modelo diferente, construido no sobre el objetivo de bienestar individual sino del ideal de bienestar colectivo.
Es significativo pero natural que quien se identifique con una sociedad de élites pretenda ser uno de ellos con tanta intensidad que migre dejando su patria, familia y amigos atrás aunque no los persiga la miseria, el hambre o la policía, por eso los denominamos "wannabe": que "quieren desesperadamente ser otros". Cuando están en Venezuela, creen que es el "comunismo de Maduro" lo que les impide ser y vivir como ese bulo llamado "american dream", y cuando están en "Eldorado" de Madrid o Miami y se ven obligados a limpiar retretes o culos de viejitas u otras cosas que no harían por nada del mundo en Venezuela, también le echan la culpa al "comunismo de Maduro" por su situación. Nunca se responsabilizan por sus propias decisiones, por los caminos que los lleva su egoísmo "wannabe" ni culpan a un sistema que vive y se nutre de la desigualdad y la miseria de las mayorías (incluyéndolos a ellos) en el país que han elegido para "realizarse". Cualquier "ser clase media" que crea que los intereses de los millonarios Machado, Capriles, López, o Mendoza son los suyos y los defiende como propios, es evidente que sufre una crisis de identidad que sólo se agrava cuando el afectado asume que en otra parte, lejos del "régimen de Maduro", sí podrá ser "libre" para realizar su sueño de "ser como ellos" y salir en la Revista Forbes (Lorenzo Mendoza & family - Forbes http://www.forbes.com/profile/lorenzo-mendoza/ ). Como amargamente saben 48 millones de estadounidenses que ignoran de dónde vendrá su próxima comida, el "sueño americano" no tiene nada que ver con la libertad, apenas con una carrera interminable y desesperada por sobrevivir (Los americanos pasan hambre | El Nuevo Día http://www.elnuevodia.com/opinion/columnas/losamericanospasanhambre-columna-1882395/ ). La realización del "sueño" de unos pocos es la pesadilla de incontables millones. Eso no es "lucha por la libertad", sino una competencia mortal que premia al egoísmo sociópata.
Los incontables emigrantes mexicanos, colombianos o españoles no son tomados por la prensa como ejemplo del fracaso del sistema político de sus países aunque salgan por millones (Crece un 6,1% el número de españoles residentes en el extranjero hasta los 2,18 millones - 20minutos.es http://www.20minutos.es/noticia/2408263/0/padron/residentes-espanoles/extranjero/ ), como sí son los de Venezuela, a pesar de ser mucho, pero muchísimo menos numerosos (ver notas al final) y más privilegiados. Tampoco se autoproclaman "exiliados" ni exigen que una intervención extranjera bombardee sus países para "restaurar" el orden al que seguramente ellos tampoco regresarían (Inaudito: Venezolanos recogen firmas en Miami... a favor del decreto de Obama http://www.aporrea.org/oposicion/n267414.html ). Esta actitud de algunas comunidades de emigrantes venezolanos los asemeja a niños malcriados, "pantalleros" e incapaces de asumir ni el costo de sus propia decisión de emigrar ni respeto por las de los demás de no hacerlo y de votar por el chavismo.
Debemos respetar a quienes emigran, y creo que ellos también se deben a sí mismos el respeto de asumir las consecuencias de sus decisiones. Al no hacerlo, al hacerse caja de resonancia de insultos a los "ignorantes" y "chaburros" que apoyamos a un Estado que no obliga ni a pobres ni a opositores a abandonar el país (aunque algunos opositores quieran hacer pasar sus delitos comunes como "políticos"), cuando los venezolanos emigrantes se hacen cómplices de amenazas contra sus compatriotas y aplauden las pandillas neonazis en las calles que asesinan compatriotas y a sus cabecillas (A un año de las “guarimbas”: Matar motorizados para tumbar el Gobierno | Alba Ciudad 96.3 FM http://albaciudad.org/wp/index.php/2015/02/a-un-ano-de-las-guarimbas-matar-motorizados-para-tumbar-el-gobierno/ ) o el "Decretazo" de Obama, creo que se faltan el respeto a sí mismos, y me recuerdan demasiado el viejo chiste que retrata muy bien cómo opera el racismo, que habla del mestizo que con mucho sacrificio compró un jabón para hacerse blanco, pero quien se lo vende especifica que debe aplicarse concienzudamente y muy, muy despacio. Así el wannabe va su casa de mestizo pobre, se mete en su único baño y comienza el lento proceso. Inevitablemente sus 15 familiares pobres mestizos comienzan a desesperar para poder usar el baño que permanece dos horas ocupado, así que cada vez tocan más fuerte la puerta y le exigen a gritos que se apure y salga de una vez. Desde dentro del baño, nuestro wannabe apenas aún medio blanco refunfuña con odio: "¡Ya no soporto a estos malditos negros!".
NOTAS:
Algunos datos Adicionales:
Como lamentablemente los medios no son de comunicación sino de propaganda, no pueden tomarse como fuente fiable de información que se refiera a Venezuela, pero hay fuentes académicas, por fortuna.
Es verdad que en Venezuela afrontamos muchos y graves problemas, como la mayoría de los países; es verdad que muchos no se sienten a gusto con el modelo elegido por la mayoría, y que tienen todo el derecho a quedarse y oponérsele democráticamente o a emigrar y buscar en otro lado su sueño si les da la gana. Pero también merecemos su respeto quienes nos quedamos, quienes mayoritaria, democrática y legítimamente optamos por este modelo socialista, chavista, y lo respaldamos, y tenemos todo el derecho de hacerlo en paz. Algunos de quienes emigran se compran el melodrama que ellos mismos se venden de que se fueron porque no tenían alternativa, como si Venezuela fuese un país en guerra, que por cierto no lo es gracias justamente a que la ultraderecha que ellos apoyan no ha logrado su propósito, como en Ucrania donde gobiernan los neonazis luego de desarrollar un plan que "se parece igualito" a "la salida" de Leopoldo López, o como Colombia o México que exportan pobres por millones. No es el caso de Venezuela, que exporta pocos pero muy melodramáticos "clase media" que incapaces de asumir que se fueron porque quisieron y pudieron pretenden echarnos a quienes nos quedamos no sólo la "culpa" de que ellos se vayan a buscar su "sueño", sino de que nosotros intentemos construir un modelo diferente, construido no sobre el objetivo de bienestar individual sino del ideal de bienestar colectivo.
Es significativo pero natural que quien se identifique con una sociedad de élites pretenda ser uno de ellos con tanta intensidad que migre dejando su patria, familia y amigos atrás aunque no los persiga la miseria, el hambre o la policía, por eso los denominamos "wannabe": que "quieren desesperadamente ser otros". Cuando están en Venezuela, creen que es el "comunismo de Maduro" lo que les impide ser y vivir como ese bulo llamado "american dream", y cuando están en "Eldorado" de Madrid o Miami y se ven obligados a limpiar retretes o culos de viejitas u otras cosas que no harían por nada del mundo en Venezuela, también le echan la culpa al "comunismo de Maduro" por su situación. Nunca se responsabilizan por sus propias decisiones, por los caminos que los lleva su egoísmo "wannabe" ni culpan a un sistema que vive y se nutre de la desigualdad y la miseria de las mayorías (incluyéndolos a ellos) en el país que han elegido para "realizarse". Cualquier "ser clase media" que crea que los intereses de los millonarios Machado, Capriles, López, o Mendoza son los suyos y los defiende como propios, es evidente que sufre una crisis de identidad que sólo se agrava cuando el afectado asume que en otra parte, lejos del "régimen de Maduro", sí podrá ser "libre" para realizar su sueño de "ser como ellos" y salir en la Revista Forbes (Lorenzo Mendoza & family - Forbes http://www.forbes.com/profile/lorenzo-mendoza/ ). Como amargamente saben 48 millones de estadounidenses que ignoran de dónde vendrá su próxima comida, el "sueño americano" no tiene nada que ver con la libertad, apenas con una carrera interminable y desesperada por sobrevivir (Los americanos pasan hambre | El Nuevo Día http://www.elnuevodia.com/opinion/columnas/losamericanospasanhambre-columna-1882395/ ). La realización del "sueño" de unos pocos es la pesadilla de incontables millones. Eso no es "lucha por la libertad", sino una competencia mortal que premia al egoísmo sociópata.
Los incontables emigrantes mexicanos, colombianos o españoles no son tomados por la prensa como ejemplo del fracaso del sistema político de sus países aunque salgan por millones (Crece un 6,1% el número de españoles residentes en el extranjero hasta los 2,18 millones - 20minutos.es http://www.20minutos.es/noticia/2408263/0/padron/residentes-espanoles/extranjero/ ), como sí son los de Venezuela, a pesar de ser mucho, pero muchísimo menos numerosos (ver notas al final) y más privilegiados. Tampoco se autoproclaman "exiliados" ni exigen que una intervención extranjera bombardee sus países para "restaurar" el orden al que seguramente ellos tampoco regresarían (Inaudito: Venezolanos recogen firmas en Miami... a favor del decreto de Obama http://www.aporrea.org/oposicion/n267414.html ). Esta actitud de algunas comunidades de emigrantes venezolanos los asemeja a niños malcriados, "pantalleros" e incapaces de asumir ni el costo de sus propia decisión de emigrar ni respeto por las de los demás de no hacerlo y de votar por el chavismo.
Debemos respetar a quienes emigran, y creo que ellos también se deben a sí mismos el respeto de asumir las consecuencias de sus decisiones. Al no hacerlo, al hacerse caja de resonancia de insultos a los "ignorantes" y "chaburros" que apoyamos a un Estado que no obliga ni a pobres ni a opositores a abandonar el país (aunque algunos opositores quieran hacer pasar sus delitos comunes como "políticos"), cuando los venezolanos emigrantes se hacen cómplices de amenazas contra sus compatriotas y aplauden las pandillas neonazis en las calles que asesinan compatriotas y a sus cabecillas (A un año de las “guarimbas”: Matar motorizados para tumbar el Gobierno | Alba Ciudad 96.3 FM http://albaciudad.org/wp/index.php/2015/02/a-un-ano-de-las-guarimbas-matar-motorizados-para-tumbar-el-gobierno/ ) o el "Decretazo" de Obama, creo que se faltan el respeto a sí mismos, y me recuerdan demasiado el viejo chiste que retrata muy bien cómo opera el racismo, que habla del mestizo que con mucho sacrificio compró un jabón para hacerse blanco, pero quien se lo vende especifica que debe aplicarse concienzudamente y muy, muy despacio. Así el wannabe va su casa de mestizo pobre, se mete en su único baño y comienza el lento proceso. Inevitablemente sus 15 familiares pobres mestizos comienzan a desesperar para poder usar el baño que permanece dos horas ocupado, así que cada vez tocan más fuerte la puerta y le exigen a gritos que se apure y salga de una vez. Desde dentro del baño, nuestro wannabe apenas aún medio blanco refunfuña con odio: "¡Ya no soporto a estos malditos negros!".
NOTAS:
Algunos datos Adicionales:
Como lamentablemente los medios no son de comunicación sino de propaganda, no pueden tomarse como fuente fiable de información que se refiera a Venezuela, pero hay fuentes académicas, por fortuna.
- Hasta 2011, los venezolanos en EE. UU. eran apenas el 0,5% de los inmigrantes "de origen hispano" en esa nación, pero tienen mejor nivel educativo que los otros migrantes, así como ingreso promedio, pero aún inferior al promedio de los nacionales (Ver Los españoles pobres y en riesgo de exclusión social alcanzan su máximo: 12.866.431 personas - 20minutos.es http://www.20minutos.es/noticia/2372405/0/arope/pobreza-exclusion-social/eapn/ )
- La inmigración de venezolanos a España desde 2011 es inferior a la de colombianos o peruanos y comparable a la de estadounidenses o mexicanos: http://imgur.com/ItMGoLx
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