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viernes, 8 de noviembre de 2013

Venezolano opositor al chavismo: no dejes que te "autoconvoquen" nuevamente a la violencia neonazi

Lamentablemente no sé cómo hace más daño la oposición en Venezuela, si cuando gana o cuando pierde.


Escribo esto más por salvar mi propia conciencia que con alguna verdadera esperanza de que nadie me haga caso alguno, pero tengo que poder decirme a mí mismo que "al menos intenté" apelar a algún rescoldo de racionalidad que pueda quedar en la mente de los radicales opositores al chavismo en Venezuela, no para que dejen de ser opositores, sino para que asuman su activismo con alguna responsabilidad. Ya sé que soy un soñador, pero no el único.

Lo primero que podría pedirles es que no voten por quien es abiertamente facha, amigo de uribistas, pinochetistas y franquistas, porque ser antichavista no debiera significar ser afín a estas macabras corrientes. Pero seré más modesto y les pediré simlemente que no se conviertan en patoteros y criminales.



El pasado 14 de abril padecimos la violencia ejercida por una oposición que jamás ha reconocido los resultados de alguna elección cuyo resultado favorezca al chavismo excepto cuando eran gobierno y por esa obvia razón. Esa violencia ocasionada por la irresponsabilidad y delirio de quien se supone es su cabecilla y la lenidad de nuestras instituciones ocasionó muertos, heridos y daños considerables a bienes públicos y privados en todo el país. Esos hechos recuerdan demasiado a lo que sucedió en otro abril, en 2002, cuando los mismos personajes también pretendieron desconocer la democracia y la Constitución. Mal puede tomarse como "demócrata" a quienes en 2002  inmediatamente se pusieron al servicio de una dictadura que no tardó en abolir la Constitución, al Estado, sus instituciones electas y persiguieron a funcionarios y militantes del "régimen chavista", pero hoy pretende desconocer a un gobierno cuya legitimidad no ha sido puesta en duda por ningún otro actor político o institución nacional o internacional que no sea de ellos mismos. Lo peor de esta actitud absolutamente desconocedora de la institucionalidad democrática nacional, regional e internacional es que aplica una violencia indiscriminada, que usualmente comienza en las zonas llamadas "pudientes" (porque este extraño rrrégimennn empobrecedor tiene "zonas pudientes" y gente que cacerolea desde las ventanas de sus quintas o apartamentos o por el "quemacoco" de sus Audi), efectuando lo que denominan "guarimbas", que no son más que bloqueos de calles en sus propias urbanizaciones (como si Maduro viviera en La Boyera, por ejemplo), secuetrándose a sí mismos en un ejercicio absurdo y arbitrario de la protesta, ya que niños, viejos, tirios, troyanos y ni-ni son atrapados en ese gueto instantáneo y autoimpuesto. Pero lo peor viene después, cuando comienzan a salir los más gritones y volentos, muchos de ellos armados, y se constituyen una especie de "Comisarios de cuadra" al estilo Stalin, los camisas negras de Mussolini o los Nazis camisas pardas, actuando al lado de las hogueras de las barricadas de cauchos y basura en llamas. Éstos "autoconvocados" y autonombrados líderes deciden quién pasa y quién no, y te puedes imaginar lo que sucede si intenta pasar algún sospechoso de ser "rojo". Bueno, no hay que imaginar mucho, basta recordar que todos los asesinados luego del llamado a "arrechera" de Capriles el 14 de abril eran chavistas, cosa que por supuesto no le llamó la atención a la prensa corporativa. 

Ver: 

Pero la cosa no para allí. Ahora además van a los hogares de funcionarios del Estado, militantes o sospechosos de serlo a acosarlos, amenazarlos y atormentar con cacerolazos a ellos y a sus familias (sin importar si hay niños, ancianos o lo que sea) con gritos tan "pacíficos" como "¡Muéranse malditos chavistas!", "¡No van a poder salir de aquí más nunca!", y otras lindezas por el estilo. Y si esto no fuera ya bastante malo, también se les ha ocurrido (con alguna auda de ciertos criminales amparados por la supuesta condición de "periodistas") sitiar y destruir (o al menos intentarlo) cualquier oficina que se relacione con "el rrrégimen", pero no sólo las casas del partido político oficial, el PSUV, por ejemplo, sino centros de salud, como los CDI, por la simple razón de que allí atienden cubanos. Así que además del odio político y de clase, hay que añadir la xenofobia. Bueno, las anteriores son variantes de esta última.


Es claro que todo esto no es sino para una cosa: amedrentar, intentar causar terror en la población chavista. Perdón, pero ¿no era lo mismo que hacían los Nazis contra los judíos, comunistas y todo lo que les pareciera diferente? Yo hasta ahora no he visto al primer chavista o grupo de chavistas acosando el hogar de un vecino opositor, pero créeme que si lo viera me opondría activamente, porque no se trata de una cuestión de fines y medios, sino de principios.

En las pasadas elecciones el Estado lamentablemente fracasó en garantizar la paz, y todavía están libres quienes azuzaron como perros a algunos venezolanos contra otros en el intento miserable de convertir a Venezuela en una nueva Siria, porque ¿alguien puede pensar que de verdad esperaban tumbar al gobierno con guarimbas en Chacao, La Boyera, Piedra Azul, Guaparo, etc.? Evidentemente que no, el objetivo es caotizar, violentar, azuzarnos como si fuésemos animales de pelea en una jaula, para justificar una intervención o las famosas "sanciones" unilaterales de Washington para minimizar o neutralizar la influencia de Venezuela en la región, lo que causaría miseria y empobrecimiento general, con las subsecuentes olas de hambre, mortalidad infantil, violencia y todo tipo de calamidades como ya hemos visto que sucedió en Irak, Libia o Siria. Me pregunto, ¿en qué ayudará eso a mi compatriota opositor "de a pié"?



Vienen unas nuevas elecciones, esta vez "apenas" para decidir cuáles van a ser las próximas autoridades municipales, es decir, Alcaldes y Concejales. Ya la oposición perdió casi todas las gobernaciones, conservando apenas 3 y perdiendo todos los Consejos Legislativos excepto el de Amazonas, creo. Es bueno recordar que Henrique Capriles ganó la Gobernación de Miranda con apenas 45 mil votos de diferencia sobre el chavismo, escasos 4 puntos de diferencia. Sin embargo, nadie en el "rrrrégimennn dictatorial" puso en duda su reñida victoria a medias, porque aquí también perdieron el Concejo Legislativo que pasó a mayoría chavista. Es decir, reconocen cuando ganan, pero no cuando pierden. ¡Qué grandes demócratas! Supongo que por esa vocación son amiguitos de joyitas democrátias como Álvaro Uribe y sus narcoparacos, Jovino Novoa y sus pinochetistas en Chile, Aznar el invasor de Irak y sus recortantes y corruptos amigos del PP, etc. Puras joyitas.
 En cualquier caso, no estar de acuerdo con el Gobierno, ser de derecha, conservador o como se quieran llamar no les da derecho a sitiar, amedrentar, asfixiar con humo, aturdir con ruido, acechar, amedrentar y aterrorizar a quienes simplemente tienen la desgracia de ser sus vecinos, piensen o no como ellos, porque entonces ya dejan de ser opositores, conservadores, de derecha, etc., y pasan a ser una vulgar horda neonazi.

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