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domingo, 21 de junio de 2015

Lo que está en juego en Venezuela: ¿Chao Misión Vivienda, Hola privatizaciones, "recortes", "desahucios" y "evictions"?

Del canal de TV por cable "History Channel" se aprende cómo los europeos tardaron siglos levantando catedrales monumentales como la de Milán, mientras que las ciclópeas obras de otros pueblos como las pirámides egipcias o americanas o las sorprendentes ciudades incas fueron levantadas por o con ayuda de "tecnología extraterrestre" porque los pueblos aborígenes "no tenían la capacidad necesaria" para semejantes portentos, según se afirma en este canal educativo trasnacional. Es decir, los pueblos no blancos son demasiado limitados para tener logros significativos por sí solos.

En otro canal de cable estadounidense, no recuerdo cuál, había un programa de alta audiencia ("Extreme Makeover") donde se rediseñaba y rehacía la vivienda de una familia pobre mediante caridad. El culmen del episodio era llevar a la familia beneficiada con los ojos vendados frente a su casa reconstruida y  ver las expresiones de sus rostros cuando se les descubría su nueva vivienda. Lágrimas, mocos, risas. Rating. UNA casa. UNA familia. Caridad.

En Venezuela la Revolución ha entregado silenciosamente hasta la fecha más de 700 mil viviendas, y la meta de este año, a la que el presidente Maduro se ha comprometido personalmente, es de un millón. Y el programa "Barrio Nuevo Barrio Tricolor" pretende atender a dos millones de familias este año también y alcanzar los tres en 2019. No son sólo casas, son comunidades: edificios de apartamentos, casas, calles, escuelas, liceos, parques, áreas comunes, sistemas de aguas, comunicaciones, transporte, etc. Es una nueva convivencia social la que se pretende construir. Buena parte de estas viviendas son levantadas directamente por el propio pueblo beneficiario, el poder popular, que aprende y se emplea con dignidad y seguridad social. Las fábricas de materia prima para la construcción de viviendas también emplean al pueblo que obtiene sustento apropiado y estable. El pueblo construye las viviendas con sus manos y las paga con su trabajo. No hay caridad. Ni extraterrestres. Pero tampoco hay cobertura mediática, y la más grande apropiación de bienestar al pueblo registrada posiblemente en la historia humana queda invisibilizada en favor de las colas que hace ese mismo pueblo trabajador para comprar con su dinero alimentos y productos de primera necesidad porque fueron sacados masivamente de los mercados por la codicia y cálculo político de algunos para traficar con ellos en medio de la más grande guerra psicológica que se haya librado contra pueblo alguno en la historia.

La Gran Misión Vivienda Venezuela es otro producto sorprendente de la Revolución Bolivariana, como lo fue la alfabetización de casi tres millones de venezolanos con el programa "Yo si puedo", o el gigantesco salto en atención sanitaria que implicó "Barrio Adentro", o la "Misión Alimentación" y todas las demás. Pero en mi criterio la más monumental, a la que cabe el término "faraónica" es la "Gran Misión Vivienda Venezuela", que parte de la elemental premisa de tomarse en serio los Derechos Humanos y el Derecho a la Vivienda como parte fundamental de ellos tal como los reconoce la Declaración Universal de 1948 (Derecho a la vivienda - Wikipedia, la enciclopedia libre https://es.wikipedia.org/wiki/Derecho_a_la_vivienda ) y la propia Constitución Bolivariana que en su artículo 82 lo consagra específicamente. La misma Constitución que la "oposición democrática" intentó abolir en 2002 ya no es letra muerta, a diferencia de su antecesora.

Vienen por el petróleo, pero también por las Misiones: El golpe de Estado en Venezuela como gran negocio trasnacional

 

La reciente visita del empresario Felipe González evidentemente no tiene nada que ver con Derechos Humanos, sino con los negocios a los que es tan adicto. González inició la ola privatizadora en España que hoy se ha convertido en un apocalíptico tsunami que ha ahogado a millones de españoles en la pobreza, haciéndolos perder sus hogares y emigrar. FeliPillo emuló a sus ancestros de hace 500 años al venir a plantar su bandera en la costa, para garantizarse personalmente una tajada de la ansiada "reconquista". El discurso de los "derechos humanos", como todos los demás que se esgrimen contra la Revolución Bolivariana, no pretenden sino sostener el parapeto de una toma del poder político en Venezuela por parte del corporativismo global, o dicho más llanamente: justificar un golpe de Estado y lavarle la cara a cualquier forma de intervención que les permita  iniciar la "transición" y sus privatizaciones como en España y Chile, o la "reconstrucción" y sus saqueos descarados si se ponen más rudos como hicieron en Irak o Libia. Los venezolanos somos sólo los "aminobuanas" que se interponen entre ellos y tener mayores riquezas, igual que sucedió durante la primera conquista de la que pretenden hacer un "remake".



Para estos modernos conquistadores de la privatización, las Misiones y lo avanzado en Revolución constituyen un nuevo "El Dorado" tan adictivo como el original pero con la notable diferencia de que este es real. El desguace del Estado Social y la "rentificación" de sus restos será mejor negocio que el control del petróleo, tan competido y regulado, del que además se apropiarán las mismas grandes empresas de siempre una vez culminada la "reconquista". En cambio, lo avanzado en reformas sociales por el chavismo en Venezuela, eso que muchos desprecian y otros ignoran, constituiría un tesoro de reyes casi virgen e inagotable para quienes logren ponerle las manos encima y lograr que la transferencia de beneficios de las Misiones opere en sentido contrario desde el pueblo hacia unos pocos. En otras palabras, es inimaginablemente gigantesco el negocio que supondría la privatización de  las Misiones y beneficios de la Revolución: alimentación, agroindustria, educación, comunicación, VIT, las Canamitas, Vtelca, la banca pública, CANTV, electricidad, gas, la salud (seguros, medicamentos), seguridad social, fondos de pensiones, construcción, viviendas y un jugosísimo etcétera que aderezado con una población con bajo desempleo y con gran capacidad de consumir los espejitos que siempre están tan dispuestos a vendernos y... nosotros tan ávidos de comprar, conforman un menú irresistible para la Plutocracia Global, S. A., aka Imperialismo. 
Si París vale una misa, Venezuela bien vale un abucheo, diría el Adelantado Don González ante tamaña posibilidad de recompensa.
Este gigantesco botín, la codicia y la ausencia de escrúpulos demostrada por la Plutocracia global hace que lamentablemente la posibilidad de reversión de la Revolución sea dolorosamente real. Recordemos Nicaragua y el triunfo de Chamorro, o peor aún: miremos Libia y su devastación y saqueo.


En Venezuela tener una vivienda digna siempre fue un privilegio, y quien lo ha disfrutado toda su vida probablemente no pueda imaginarse la calamidad que es para una familia no poseerla. Muchas veces esta carencia acaba con la existencia de la propia familia, fragmentándola, desintegrándola. Este hecho lo vemos cotidianamente en los reportes que nos llegan de las sociedades que constituyen los "modelos" para la oposición venezolana (España con sus "desahucios", EE. UU. con sus  "evictions") y que eran nuestra cotidianidad de antier que pobló los cerros y creó gigantescos "cinturones de miseria" alrededor de nuestras ciudades durante todo el pasado siglo bajo el bipartidismo de Punto Fijo. 

La gigantesca transferencia de recursos y apropiación de poder que significa la Misión Vivienda tendrá un efecto igualmente enorme en nuestra sociedad, algunos de ellos inmediatos y mensurables como la reducción de la pobreza y la desigualdad, porque uno de los elementos indicadores de la pobreza es la carencia de vivienda adecuada con servicios. Esto es un peligro para el corporativismo global porque la población puede identificar beneficios inmediatos y muy difíciles de ocultar de la Revolución y traducirlos en mayor respaldo popular a la misma, pero millones de viviendas habitadas por millones de deudores hipotecarios y consumidores de servicios son a la vez un cebo demasiado jugoso para su insaciable codicia.






Tenemos el deber y las razones para resistir y lo que hay que tener para triunfar


A diferencia de las pirámides antiguas o catedrales europeas o el "reality show" estadounidense, los beneficios de la Gran Misión Vivienda no son para una élite, para una parcialidad religiosa o política o para unos productores audiovisuales, ni son por explotación ni caridad. La GMVV es mucho más que el ejercicio clientelar y despectivo de la Cuarta República de entregar míseras viviendas a un pueblo mísero en cantidades insignificantes incapaces de generar un cambio social; se ha  convertido en parte fundamental de una gigantesca apropiación y colectivización del conocimiento, del trabajo y del bienestar que producen empujando una verdadera transformación social que llamamos Revolución Bolivariana. Espero que no sucumbamos como pueblo a la gigantesca guerra psicológica que nos pide que abandonemos esta gigantesca transformación social a cambio de la promesa de no hacer colas para comprar papel tualé cuando tengamos dinero, si tenemos trabajo, si tenemos salud, cuando haya productos para llevar a nuestras casas, si tenemos vivienda, si existe futuro, si no nos han privatizado el culo.



Para la derecha local y la plutocracia militarista global que solemos llamar "imperialismo", el reclamo del botín es un cebo hipnótico: imaginan los 70 mil millones de dólares invertidos en Misión Vivienda multiplicados mediante la imposición de tasas de interés impagables y tarifas de servicios antes públicos (aseo, energía, comunicaciones, seguridad, agua, etc.) luego de la necesaria privatización porque, claro, eso era insostenible, el Estado no está para construir, ni para administrar, dirían ellos; ni para dar bienestar a su pueblo, decimos nosotros, como lo dejó claro el "Caracazo" y el propio surgimiento de la Revolución Bolivariana, y como lo padecen el pueblo español, estadounidense o el colombiano que se viene a Venezuela en imparables migraciones. Para el corporativismo global que maneja a "nuestra" oposición, el Estado debe ser un Establo, y ya sabemos quiénes serán el ganado y quiénes los ganaderos. La única ambición de la derecha venezolana y sus patrocinantes globales es la privatización de la herencia social de la Revolución de Hugo Chávez y la reversión del control petrolero mediante la renuncia a la soberanía que significa votarles.


En ese catastrófico pero angustiosamente posible futuro escucharíamos, unos mientras con sus familias enteras escarban en la basura por comida (como tantas veces vi en los 90 en Caracas) y algunos pocos mientras compran en lujosos "Malls", que esas viviendas no las construyó la Revolución Bolivariana sino la Gran y Ejemplar Empresa Privada Venezolana, que ahora las posee y administra para "bien del pueblo", a través de la correspondiente ola de "desahucios" o "evictions" luego del necesario proceso de privatización, "ajuste" de las tasas de interés y restauración de cuotas balón y otros métodos de transferencia de capital del pueblo a los bancos, tal cual (diría Petkoff, casualmente) intentaron en 2002 durante el breve pero revelador intento de golpe de Estado y Restauración Neoliberal (ver: Chávez recuerda que único decreto de Carmona fue el regreso de las cuotas balón | AVN http://www.avn.info.ve/contenido/ch%C3%A1vez-recuerda-que-%C3%BAnico-decreto-carmona-fue-regreso-cuotas-bal%C3%B3n ) cuando Teodoro celebraba en su pasquín "Chao, Hugo".


Y quizá en ese horrendo futuro les digan a nuestros nietos "homeless" (más "nice" que "damnificados" o "refugiados") que las viviendas de la Gran Misión en Venezuela la construyeron unos extraterrestres.

Por todo esto es necesario que vayamos a votar en esta y en todas las elecciones por la Revolución Bolivariana, por el legado de Chávez, por la soberanía de Venezuela, por la dignificación del pueblo, por el futuro. ¡Qué gigantesca y macabra ironía sería tener que ver a despreciables como Felipe González lucrándose de la privatización del legado de Chávez!

Espero que nunca ocurra un acontecimiento tan nefasto y que seamos capaces de superar los obstáculos y seguir en el camino que trazó Chávez y no dejar perder las más valiosas de sus herencias: la soberanía, la inteligencia y conocimiento para usarla para la mayor suma de felicidad posible y los cojones para defenderla.


Datos:

  • VIVIENDAS Y EMPLEOS: Molina adelantó que este año se van a concluir 354.775 casas y se iniciarán otras 300 mil que contribuirán a la meta de la Gran Misión Vivienda Venezuela para 2016. En total, este año estarán en ejecución 687.241 viviendas, que permitirán generar 700 mil empleos directos y 1,2 millones indirectos, con una inversión aprobada por el presidente Nicolás Maduro de 204.878 millones de bolívares y 3.454 millones de dólares, ratificó. Indicó que además de los recursos que aporta el Ejecutivo y los convenios con otros países, agregó que la banca del país aportó mediante la cartera crediticia hipotecaria en 2014 1,13 billones de bolívares, el doble de los 662 mil millones registrados en 2013. http://www.correodelorinoco.gob.ve/nacionales/gobierno-preve-entregar-35-mil-viviendas-promedio-este-ano/ 
  • Durante enero se entregaron en el territorio nacional 7 mil nuevos hogares, y se está acelerando el ritmo para alcanzar la meta prevista para todo el año, señaló. “Tenemos con qué hacerlo, tenemos los recursos y todos los materiales, insumos y maquinarias necesarias”, apuntó el ministro en una rueda de prensa con el Estado Mayor de Vivienda. Recordó que el objetivo trazado por el Ejecutivo es culminar este año la edificación de 400 mil viviendas en todo el país, de las cuales el Estado levantará 350 mil y el sector privado las 50 mil restantes. http://www.correodelorinoco.gob.ve/nacionales/gobierno-preve-entregar-35-mil-viviendas-promedio-este-ano/
  • TRANSFORMAR BARRIOS El ministro Molina destacó la aprobación de 15 mil millones de bolívares por parte del presidente Nicolás Maduro para ampliar el número de 73 a 200 corredores de la Gran Misión Barrio Nuevo, Barrio Tricolor para final de año. Respecto al tema, el presidente de la Gran Misión Barrio Nuevo, Barrio Tricolor, Manuel Quevedo, agregó que se incorporarán 127 corredores para brindar atención a dos millones de familias en 2015. La meta permitirá avanzar en la meta para llegar a atender a tres millones de familias en 2019, adelantó. Este programa permitirá fomentar espacios para el desarrollo integral de los habitantes de 371 comunas y 10.628 consejos comunales de todo el país. El presidente de Barrio Nuevo, Barrio Tricolor también informó que el Gobierno Bolivariano aprobó mil millones de bolívares adicionales para ejecutar obras de recuperación de edificios ubicados en los cascos centrales de las ciudades. Señaló que a través de este programa social se están restaurando 99 edificios ubicados en la avenida Presidente Medina, en la parroquia San Pedro de Caracas. “En 2014 recuperamos 60 edificios y actualmente estamos trabajando en otros 25, para mejorar la calidad de vida de más de 2 mil 200 familias”, subrayó el titular de esta misión creada por el Comandante Hugo Chávez. Quevedo aseguró que es una misión que va a transformar los barrios con la instalación de los servicios de agua potable, aguas servidas y sistemas eléctricos, así como rehabilitar viviendas, sustituir ranchos por casas en óptimas condiciones y embellecer las barriadas del país. http://www.correodelorinoco.gob.ve/nacionales/gobierno-preve-entregar-35-mil-viviendas-promedio-este-ano/ 
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