Twitéalo

jueves, 13 de febrero de 2014

El desafinado odio musical de Gabriela Montero




Recientemente en su blog, una pianista estadounidense de origen venezolano y residente en ese país,  Gabriela Montero, acusó a los Maestros Gustavo Dudamel y a José Antonio Abreu, el famoso director y el creador de el famoso Sistema respectivamente, de ser indiferentes al "hundimiento" de Venezuela y de actuar  "como la orquesta del Titanic".

En un tono típicamente ultra reaccionario estadounidense, como sacado de un documental sobre la trágica época de la caza de brujas del macartismo en ese país, acusó al gobierno venezolano de desaparecer y masacrar a la población (!!!) y a los reconocidísimos músicos venezolanos de suministrar la banda sonora a la película apocalíptica serie B de la guerra fría que esa pobre señora tiene en su cabeza.

Se podría suponer que la ocupación de la pianista le impide estar al tanto del acontecer político.

Pero no. Esta señora tocó, recuerdo, en la toma de posesión de Obama: el presidente del país que mantiene un centro de tortura ilegal en un territorio robado en Guantánamo, que personalmente decide quiénes son asesinados ilegalmente con sus drones que ha legalizado la tortura, que espía a todo el mundo abierta y descaradamente (sus sistemas de esponaje pueden ver que escribo esto incluso antes que lo publique, y saben si usted lo lee), que reprimió dura e inmisericordemente al movimiento "Occupy", que mantiene un bloqueo ilegal contra un pais soberano, que financia mercenarios en todo el mundo, el que más gasta en armas, donde hay cada vez más pobreza y desigualdad social, que deportó en su mandato a más de 2 millones de inmigrantes, con ciudades con las más altas tasas de asesinatos por armas de fuego, tiroteos de niños en escuelas, el mayor consumidor de drogas en el mundo, con la mayor tasa de encarcelamiento mundial y aplicación de pena de muerte en abrumadora mayoría a pobres inmigrantes y minorías,  líder en manipulación de la información, el país prisionero de la más gigantesca plutocracia que la humanidad haya conocido en la que la mayoría de sus congresistas son millonarios mientras los banqueros sacan a las personas de sus casas, que tiene el peor índice de salud y calidad de vida de los países desarrollados, que ha apoyado cuanta dictadura y genocidio en el mundo que haya servido a sus intereses (especialmente en nuestra América), el país que más contribuye con el devastador calentamiento global y que menos hace para detenerlo, que invadió ilegalmente a Irak provocando un millón de víctimas civiles y miles de niños que sufren cáncer por el uranio empobrecido de sus municiones y dejando al país en devastación total y violencia permanente, que convirtió a Libia del país con mayor desarrollo de África en un caos de violencia y fanatismo... y no sigo porque falta espacio y sobra indignación y la lista de desmanes de ese gobierno criminal y genocida es interminable.

Todo lo opuesto a Venezuela, país donde la reducción de la pobreza y desigualdad, la erradicación del hambre y el analfabetismo, así como la universalización de la educación son reconocidas por todas las agencias internacionales como CEPAL, PNUD, FAO, UNESCO. También es el país donde se celebran elecciones con más frecuencia y transparencia del mundo, y donde no hay "guantánamos" para torturar. Y el país donde se realiza con cada vez mayor intensidad el trabajo del Sistema Nacional de Orquestas, alcanzando cada vez a más niños, dándoles educación e instrumentos de forma gratuita, en un gigantesco esfuerzo gubernamental para alejar a la juventud de las armas y pacificar al país. ¿Qué hacen en EE.UU. para reducir sus escandalosos índices de violencia interna? Y mejor aún: ¿Qué ha hecho usted, señora Montero, para ayudar a la población de su país de origen para su educación, como en cambio sí han hecho de manera notable los Maestos que usted se atreve a juzgar? ¿Ha hecho usted algo comparable en su país adoptivo, para los niños en sus EE.UU., para educarlos o alejarlos de la violencia, las drogas y la pobreza que avanzan en ese país, en un esfuerzo análogo al realizado por Abreu o Dudamel no sólo en Venezuela, sino en todo el mundo "regando" la semilla de "El Sistema"? No, señora Montero: usted está bien desubicada, la inmoral es usted. Mucho, mucho tendría que hacer usted personalmente para tener la estatura moral que le permita criticar a Abreu o Dudamel, y mucho, mucho más tendría que cambiar su país adoptivo para que puedan criticar el titánico y extraordinario esfuerzo liberador que es la Revolución Bolivariana.

Quién sabe si, en vista de los innumerables y frecuentísimos reconocimientos del más alto nivel que la academia musical mundial e incluso UNICEF han otorgado tanto a Gustavo Dudamel como a José Antonio Abreu y al Sistema Nacional de Orquestas, la motivación no sea una a todas luces falsa e hipócrita "preocupación" por el pueblo venezolano, sino, como decimos en criollito, la mas cochina envidia.

Si hay algún país responsable por la violencia, injusticia y crisis ambiental del planeta es EE.UU. Y usted tocó en la celebración del mayor y peor fraude global, el "cambio" de Obama, usted le puso música al fiasco más grande desde el Kohoutek. Lo malo es que ese fraude ha significado infinitas penurias no sólo para su propio pueblo, sino para el mundo entero. 
Así que déjese de monsergas, señora Montero, que si alguien puede ser culpado de tocar para un Imperio omnipotente, tiránico, sangriento, orwelliano, insaciable y codicioso es usted: vaya con su hipócrita música a otra parte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entradas populares